Existe una preocupación creciente sobre los usos y abusos de las nuevas tecnologías.
Un uso inadecuado de internet, de las redes sociales o las aplicaciones de mensajería instantánea o de los videojuegos pueden provocar el descenso en el rendimiento escolar, la pérdida de horas de sueño y favorecer el aislamiento social. Además en ocasiones se puede producir el deterioro de la convivencia familiar como consecuencia de la gestión del uso de “pantallas”.