El programa Suspertu ha atendido a 101 adolescentes y a 122 familias en 2020, una cifra muy similar respecto a años anteriores. Por otro lado, el programa que perteneciente a Proyecto Hombre, recibió 86 nuevas demandas de atención, un 20% menos respecto al mismo periodo de 2019. Según destaca la entidad en el informe de presentación de su actividad de este año, a pesar de continuar con la atención de los y las adolescentes y de las familias a partir del 14 de marzo (fecha de inicio del confinamiento), "se produjo un parón en el número de nuevas entradas durante los 3 meses posteriores al confinamiento. Durante el resto de los meses el patrón de nuevos contactos se ha mantenido similar al del curso pasado".
De los adolescentes que han iniciado el programa, un 67,8% lo ha completado de manera satisfactoria. En concreto, han sido 40 las personas que han culminado el programa, frente a los 34 del ejercicio anterior, lo que supone un aumento de 11,13 puntos. El número de horas de prevención externa impartidas también ha sufrido un aumento significativo respecto al curso anterior. El incremento, según detalla el informe, se ha llevado a cabo tanto en las sesiones programadas en las aulas como en las actividades organizadas para padres y madres. El aumento ha sido del 50% en lo que se refiere a la actividad de familias y del 30% con respecto al alumnado. El número de horas en el aula ha pasado de 163 a 194 en el caso de los alumnos y de 176 a 225 en lo referente a las familias.
LA MAYORÍA SON CHICOS En cuanto al perfil de las personas atendidas en el programa Suspertu, la mayoría continúan siendo chicos, un 76,67%, frente al 23,33% de las chicas. A pesar de ello, los encargados del programa han constatado una aumento de presencia de las chicas, un 14% más respecto al mismo periodo del año anterior. Con respecto a las familias, la proporción es más equitativa y el 56,64% son madres y el 45,36% padres.
La media de edad de las personas atendidas, por su parte, se sitúa en 17,35 años respecto a los chicos y en 15,73 respecto a las chicas. En cuanto a las familias, la edad media en el momento de ingreso fue de 48,46 años y sin diferencias significativas entre padres y madres.
En cuanto a los motivos de ingreso, la mayoría entra por las drogas, con un 73,84%. Un 33,6% de las familias refieren además situaciones de conflictos en el entorno familiar, un 15% en el ámbito escolar y un 6,15% problemas con el consumo de las TIC o problemas de agresividad. Además, el 3,07% acude por situaciones de derivación judicial.